Régimen cubano se alinea con Irán ante ataque de EEUU; opositores desestiman su posición

Las banderas de Cuba e Irán con la insignia estadounidense de fondo. (Ilustración/Envato)

Mientras el régimen cubano condena enérgicamente las acciones de EEUU en Irán, analistas de la oposición coinciden en el peligro que representa su programa nuclear, al tiempo que abogan por el retorno al diálogo para evitar un enfrentamiento de mayores proporciones.

Los cubanos no están exentos de las inquietudes que ha provocado la intervención de Estados Unidos en el conflicto entre Irán e Israel, y que ha desatado una avalancha de reacciones desde todas partes del mundo a favor y en contra de la decisión del presidente Donald Trump.

En la oposición cubana, analistas y figuras destacadas de la sociedad civil de la Isla coincidieron al afirmar que, si bien no se puede permitir a Irán desarrollar un arma nuclear, es necesaria la vuelta al diálogo que evite una guerra devastadora.

“Desafortunadamente, no se impuso la diplomacia, se impuso la guerra. Luego de años de intentos de buscar una paz estable en el Medio Oriente, básicamente, entre los dos contendientes fundamentales: Irán e Israel. Las armas han comenzado a hablar”, dijo a Martí Noticias el analista Manuel Cuesta Morúa, vicepresidente del opositor Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).

“Estamos preocupados por esto, puede llevar a una guerra mundial que nadie quiere. Pero, hay un problema serio y profundo, y es que Irán quiere exterminar al pueblo judío, el Estado de Israel y, obviamente, la comunidad internacional no puede permitir eso, tampoco el pueblo de Israel. Debe retornarse a la diplomacia, a la conversación entre las potencias, entre los países implicados, y tomar las medidas necesarias para que no haya amenaza nuclear de naciones que quieren exterminar a otras, lo cual es intolerable”, subrayó el activista político.

Mientras, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel declaró en sus redes sociales su enérgica condena al ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes, y dijo que constituye “una peligrosa escalada del conflicto en Oriente Medio”.

Su canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, calificó el ataque de las fuerzas estadounidenses como un acto criminal, irresponsable y violatorio del Derecho Internacional, de consecuencias incalculables, y reafirmó “la solidaridad de Cuba con el Gobierno y el pueblo de Irán”.

Sobre la posición del régimen de La Habana, el escritor y periodista Luis Cino señaló que, una vez más, “el gobierno cubano vuelve a demostrar su alineación con las peores causas del mundo al solidarizarse con un régimen teocrático y medieval como el de los ayatolas iraníes, que discrimina y trata a las mujeres como objetos, ahorca a los homosexuales, financia y arma a grupos terroristas en el Medio Oriente y no oculta su intención de destruir a Israel e ir contra Estados Unidos y Occidente”.

Por su parte, Cuesta Morúa desestimó el valor de la declaración del Gobierno cubano, exhortando a no tomarla en serio.

“Parece que hay guerras imperialistas que son buenas y actos de defensa que son malos. Yo creo que eso no le dé credibilidad al gobierno cubano: disparar a poblaciones civiles en Ucrania, invadir un territorio, está bien en el Orden Mundial, y no parece que está bien el intento de los Estados Unidos e Israel de frenar el programa nuclear, que es una amenaza para la existencia de otro estado”.

La periodista independiente Yunia Figueredo dijo que el del régimen cubano es "el discurso de siempre, incluso con las mismas palabras como si fuera un guión", pero que el Gobierno de Cuba debía estar "muy atemorizado, porque ven que al Titán no le tiembla mano y no duda en cruzar el Rubicon como Julio César, si resultase necesario".

El historiador y periodista Boris González Arenas también desestimó los pronunciamientos de las máximas autoridades cubanas: “Así como Miguel-Díaz Canel, el presidente de Cuba, por lo menos nominalmente, no es absolutamente indiferente como nación, más allá de que sus disposiciones nos estén haciendo tanto daño, ¿a la comunidad internacional, cuán referencial le puede ser lo que diga Miguel Díaz-Canel?".

En su opinión, la declaración del régimen cubano al respecto es intrascendente.

“No va a pasar de ese pronunciamiento. O sea, no hay que tener un temor, no hay que tener una preocupación respecto a las consecuencias que pueda tener para Cuba su involucramiento con el caso del bombardeo de Irán porque, sencillamente, Cuba no se va a involucrar en lo más mínimo. Esa, la política histórica del régimen comunista, pero cuando Fidel Castro; en este momento, como factor internacional, Cuba absolutamente es indiferente en este conflicto”, enfatizó González Arenas.

Para muchos, la decisión de Trump se hizo ineludible porque existe el riesgo de que el país persa desarrolle una bomba nuclear, y aunque Irán ha negado reiteradamente esta acusación, el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi no descartó cualquier opción: “Tendrá consecuencias eternas", dijo.

“Trump había promovido mucho una retórica de mantener a los Estados Unidos fuera de los conflictos bélicos internacionales, era parte de su capital político porque, ciertamente, de manera histórica, los Estados Unidos han tenido un segmento de su población, o un segmento de su doctrina, considerada aislacionista, que no quiere participar de los conflictos internacionales. Pero la realidad hace comprender que Estados Unidos no puede mantenerse al margen de los conflictos globales”, destacó González Arenas.

El expresidente ruso Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del Kremlin, advirtió este domingo que “hay países que están listos para entregarle directamente sus propias armas nucleares a Irán”.

“Perder Irán sería para Rusia todavía mucho más significativo, porque Irán ha sido fundamental en el abastecimiento bélico de Rusia”, puntualizó González Arenas.